–¿Cómo cerró el año para la actividad?
–El mercado local continúa demandado. En todo lo referente al turismo extranjero, la Argentina está perdiendo competitividad. Nosotros estamos vendiendo los paquetes turísticos al mundo y cobramos por ese servicio en dólar oficial, es decir, unos 4,95 pesos por unidad.
–¿Cómo los afecta este esquema?
–Sencillo: estamos sosteniendo desde el 2008 costos en pesos que crecen en un promedio del 25% anual y nuestros ingresos están atados a un dólar que sube a una tasa muy inferior a la señalada. Año tras año se pierde margen de rentabilidad.
–¿Hay posibilidades de modificar este perverso cepo cambiario?
–Sólo nos queda aumentar los valores de los paquetes turísticos para aquellos que llegan del exterior, buscando de esta manera compensar los desequilibrios que nos genera una elevada inflación en dólares.
–Pero esta salida tiene un techo en el corto plazo...
–Claramente. Llegará el momento en que el mercado no convalidará este aumento de precios con costos que seguirán su tendencia creciente.
–¿Cuánto margen tiene la actividad para sostener este esquema?
–Muy poco. Desde el 2008 el país muestra un progresivo incremento de costos internos que se intenta trasladar a los precios. El mercado interno hasta ahora absorbió estos incrementos sin grandes problemas. Pero en lo que se refiere al turismo internacional todo indica que encontramos un techo; es decir, los futuros aumentos que necesitemos para compensar las pérdidas del 2013 difícilmente sean convalidados por la demanda. La pérdida de competitividad se hará sentir en este importante segmento de la actividad.
–¿Cómo sale la actividad de esta asfixia económica?
–Nosotros hemos trabajado codo a codo con la Cámara Argentina de Turismo en los últimos años y presentamos ante las autoridades nacionales un programa que nos permitiría sortear la difícil coyuntura que estamos atravesando.
–¿En qué consiste ese programa?
–Básicamente, en medidas impositivas que nos permitan mejorar la actual posición de desventaja competitiva que muestra el turismo con la actual paridad cambiaria que rige en el mercado. Solicitamos, entre otros puntos, la eximición del cobro de IVA para los extranjeros que gastan en el país. También, la devolución de un porcentaje de Ganancias para el consumidor sobre la facturación en turismo interno. Esto generaría un doble beneficio: para el turista porque podría descargar sobre Ganancias el gasto realizado y para el Estado, porque aumentaría su recaudación al estar la necesidad del consumidor de exigir la factura al comercio en una actividad con alto grado de informalidad. (Río Negro)
–El mercado local continúa demandado. En todo lo referente al turismo extranjero, la Argentina está perdiendo competitividad. Nosotros estamos vendiendo los paquetes turísticos al mundo y cobramos por ese servicio en dólar oficial, es decir, unos 4,95 pesos por unidad.
–¿Cómo los afecta este esquema?
–Sencillo: estamos sosteniendo desde el 2008 costos en pesos que crecen en un promedio del 25% anual y nuestros ingresos están atados a un dólar que sube a una tasa muy inferior a la señalada. Año tras año se pierde margen de rentabilidad.
–¿Hay posibilidades de modificar este perverso cepo cambiario?
–Sólo nos queda aumentar los valores de los paquetes turísticos para aquellos que llegan del exterior, buscando de esta manera compensar los desequilibrios que nos genera una elevada inflación en dólares.
–Pero esta salida tiene un techo en el corto plazo...
–Claramente. Llegará el momento en que el mercado no convalidará este aumento de precios con costos que seguirán su tendencia creciente.
–¿Cuánto margen tiene la actividad para sostener este esquema?
–Muy poco. Desde el 2008 el país muestra un progresivo incremento de costos internos que se intenta trasladar a los precios. El mercado interno hasta ahora absorbió estos incrementos sin grandes problemas. Pero en lo que se refiere al turismo internacional todo indica que encontramos un techo; es decir, los futuros aumentos que necesitemos para compensar las pérdidas del 2013 difícilmente sean convalidados por la demanda. La pérdida de competitividad se hará sentir en este importante segmento de la actividad.
–¿Cómo sale la actividad de esta asfixia económica?
–Nosotros hemos trabajado codo a codo con la Cámara Argentina de Turismo en los últimos años y presentamos ante las autoridades nacionales un programa que nos permitiría sortear la difícil coyuntura que estamos atravesando.
–¿En qué consiste ese programa?
–Básicamente, en medidas impositivas que nos permitan mejorar la actual posición de desventaja competitiva que muestra el turismo con la actual paridad cambiaria que rige en el mercado. Solicitamos, entre otros puntos, la eximición del cobro de IVA para los extranjeros que gastan en el país. También, la devolución de un porcentaje de Ganancias para el consumidor sobre la facturación en turismo interno. Esto generaría un doble beneficio: para el turista porque podría descargar sobre Ganancias el gasto realizado y para el Estado, porque aumentaría su recaudación al estar la necesidad del consumidor de exigir la factura al comercio en una actividad con alto grado de informalidad. (Río Negro)

0 comentarios:
Publicar un comentario